La pecera negra
Necesito respirar sobre el espejo, mirando todo lo que perdí,
ver la línea extinguirse,
sé que vendrá tras la huella del pez de la pecera negra.
Hay murmuraciones y la casuarina acompasa el cristal impactando en mi mente,
seca la luna viejas ropas,
soy nuevo
agradezco al firmamento el reflejo sobre el charco violeta.
Me inmovilizo estallo en colores arrojados al vacio
despierto sin nunca tenderme en la laguna calma.
¡Añoro el pan! Aquí no hay cena, nunca, y aún se mezclan
se aman, se matan, se miran y estrechan sus vínculos en la tela
sudorosa embebida de aceites aromáticos de hermosos matices
presiento presencias algo vagas deambulando tísicas,
extraños seres de rombos alegres y almas tan tristes , sin guantes.
Respiro sobre el espejo
ya no soy yo, porque soy yo,
tan perfecto me describe el espejo.
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